martes, 11 de septiembre de 2012

La Tarea #1


A manera de introducción.

Como algunos saben (y algunos no, así es la vida) recién hace dos semanas entré a un curso de creación literaria impartido por el Maestro Óscar de la Borbolla. La cosa ha estado bastante divertida y pues obvio la idea es escribir bien y mejor. 

Y como todo buen curso tiene sus tareas, éste no tenía por qué ser menos. Tratare de compartirles por estos rumbos las cosas que salgan de esas tareas y la motivación o idea central que tenía cada relato, para que me digan si la supe armar o de plano mejor me regreso.

Esta primera tarea es sencilla. Cada uno hizo su rigurosa presentación ante sus honorables compañeros de clase y a cada uno se nos asignó hacer un cuento relacionado con lo que ellos dijeron en esa presentación. A ver qué tal me salió.

Daniel

Taza tras taza de café y no sabía cómo controlar las emociones. Las últimas palabras de su hijo resonaban fuertemente y no tenían ninguna prisa por salir de su cabeza. De nada habían servido los años y años de fanatismo ni el ejemplo portentoso de Carlos Vela anotando el primer gol que nos estrenaría como campeones mundiales ni el verlo a él con todo su fanatismo a cuestas tratado de llevarlo por el buen camino de la patada.

- El amor y el futbol me han jugado mal- se dijo. Y entonces comenzó a darle vueltas la idea. Sí, ¿por qué no? al final todo se trata de gambetas y fintas y todas esas cosas que se usan para engañar al oponente. El hecho de ser ingeniero y que su campo de juego esté con los números y las computadoras no tenía por qué ser impedimento, al contrario. Si de inventar cosas se trata, yo puedo ser muy bueno con eso.

Además, ¡el país parece estar al fin en buen camino! Todo parecía cambiar y estar mejorando. Sí, hemos logrado ser campeones, además el chaparrito éste que entraba de presidente no se veía tan malo. Hasta parece de buenas intenciones. Creo que es buen momento para dar el paso. El punto es ver en donde darle rienda suelta a la imaginación.

Al diablo con las ideas de su retoño. Ya habrá momento de arreglar cuentas. ¿Por qué no escribir sobre el amor? ¿O sobre el futbol? O el amor al futbol si la cosa pinta bien.  Hasta de física cuántica podría escribir, por que no.

-Habrá que ver si ese dichoso curso ofrece lo que dice- piensa mientras ve el anuncio pegado afuera de la cafetería. No estaría mal ver si este tal Oscar sabe enseñar bien. ¡Igual hasta resulta fanático del futbol!

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