martes, 26 de junio de 2012

Corrección de Pruebas en la Colonia Condesa


Ayer fue uno de esos días en los que puedo decir que viví algo agradable. Soy un hombre de placeres sencillos y ayer pude tener dos de los que me gustan más, a saber: Comprar libros y terminar de leer uno.


De mis visitas cotidianas en el Péndulo de la Col. Condesa nunca puedo salir invicto, siempre habrá un libro, por mínimo que éste sea que me llame la atención y ya dependiendo del presupuesto quincenal se decide si lo aparto o me lo llevo puesto, y como en esta ocasión (después de las cuentas alegres) me alcanzaba, decidí llevarme un par que me habían llamado la atención, Una colección de los cuentos completos de Hemingway y "Corrección de Pruebas en Alta Provenza" de Don Julio Cortázar.


De don Ernesto tengo uno que otro cuento regado por allí así que verlos todos juntitos en una bonita edición me ganó y con relación al Cronopio mayor la cosa fue flawless por donde se vea. Dennos un texto más o menos inédito de nuestro escritor consentido y de seguro andaremos buscando que empeñar con tal de conseguirlo. No fue por fortuna el caso y pude llevarme mi bonita bolsa de papel con mis dos nuevos hijos todo feliz al trabajo primero y a la casa después.




El asunto no sería digno de ser relatado por el hecho de que saliendo de un día pesado de la oficina me tomé un rato de descanso en el honorable Parque México a leer uno de mis libros. Ok, aún así no tiene nada de digno de ser contado, pero insisto, mis placeres sencillos hicieron que disfrutara bastante con la experiencia.


Obvio creo que saben qué libro fue el elegido. Y es que siempre leer algo de Cortázar es llenar de aire fresco a la imaginación. El tema de por sí me encantó. Enfrentado a la tarea de corregir la versión previa a ser publicada de "El libro de Manuel", Cortázar se da cuenta que está en una especie de bloqueo y necesita cambiar de costumbres para poder hacer una revisión crítica de su obra. Para hacerlo se monta en Fafner, su leal combi roja, con latas de conserva, café, música y una máquina de escribir y decide dar la vuelta por la Provenza Francesa para tratar de encontrar objetividad entre los bosques. Lo interesante de todo es que Julio decide llevar una especie de bitácora (¿de vida?) de lo que sucede en el viaje. No es un libro largo, tan sólo 45 páginas en donde va hilando pensamientos, anécdotas y comentarios sobre las noticias (le toca en pleno viaje el secuestro de los atletas israelíes en las olimpiadas de Berlín) todo usando ese estilo que tanto lo caracteriza y que tanto desearía tener, por ejemplo, para escribir sobre la tarde en que leí un libro de Cortázar en una sentada.

viernes, 22 de junio de 2012

Requiem para una tarde lluviosa


- ¿Entonces eso es música para muertos? - Me preguntó azorada, abriendo de par en par sus enormes ojos.

-Técnicamente sí, es una misa de muertos. Respondí mientras me recostaba y veía hacia el techo. Siempre me han encantado sus preguntas. En su forma de hacerlo hay una especie de sorpresa primigenia. Una especie de reclamo al mundo por tener cosas que ella aún no conoce y que exige aprenderlas. 

La introducción sonaba en todo su esplendor. Ella recargaba de nuevo su cabeza en mi pecho y escuchaba, no sé si mi respiración aún agitada o la música, pero ella allí estaba con sus cinco sentidos en su máximo esplendor. En la habitación se percibían aún en el ambiente las huellas de la batalla, sudorosos y agitados pero con esa calma postmortem que te da el amor. Postmortem, de allí me vino la idea.

La lluvia no cesaba de caer en la tarde mientras el Kirie aparecía. Los coros cuasi celestiales se elevaban en crescendo mientras respiraba su cabello. Su aroma siempre me ha enervado, el olor de su cuerpo no tiene comparación, podría pasar la vida justo como ahora, recorriendo su piel con las manos, marcando las curvas de su cadera con mi tacto mientras olfateo su cabello. Parecería increíble pero ese aroma permanece horas y horas impregnado a mi cuerpo, haciéndome la vida más dolorosa por no poder tener la fuente de ese aroma cerca.

- ¡Esa yo la conozco!- exclamó alegre. Claro que la conoces. es el Dies Irae. No se lo digo pero esa pieza en particular ha sido usada hasta el hartazgo por obras buenas y mediocres. Hasta en las telenovelas la he llegado a escuchar en los momentos en que villanaplana está efectuando su plan sobre la protagonista tontamanquebuenota. Y no abro la boca porque quiero que la disfrute y por que el tenor está iniciando el Tuba Mirum.

Mi mente divaga y recuerda ese video que alguna vez bajé. Era el aniversario luctuoso de Karajan, y Dios sabe que Karajan era la gran mamada. Todos, absolutamente todos en estricto luto, menos una persona, la contralto. Una veldad rubia, alta, escotada y luciendo un maravilloso vestido color morado. Púrpura, me corrigió ella mientras los solistas terminaban. - El vestido era púrpura-  remató, mientras el Rex Tremendum aparecía -Ustedes los hombres y su daltonismo-.

¿Lo dije o lo pensé? Dije y pensé mientras ella se acurrucaba dándome la espalda. Una invitación abierta a recostarse a su lado, acomodando mi cuerpo en su espalda y mordisquear su cuello. Hacer eso y escuchar su gruñido de reclamo era la misma cosa. Siempre que podía trataba de hacerlo. Sabía que pasado ese reclamo inicial los dos disfrutábamos con ese pequeño placer. Adoraba sentir su cuello tensándose y su escalofrío general recorriendo cada célula, cada terminal nerviosa de su piel. No fue la excepción. Dios sea bendecido por los siglos de los siglos por darme eso. Amen, le dije al oído mientras ella me espetaba un "estas loquito" por suma conclusión.

Yo no paro de besarla. Es inevitable una vez que comienzas. El coro del Confutatis suena de fondo y sé que pronto llegará el Lacrimosa. Es la mejor parte le digo al oído mientras la tomo de la cintura y la volteo hacia mí. Las voces celestiales de nuevo aparecen cuando tengo sus enormes ojos frente a los míos. Imposible verla y no besarla, tenerla cerca y no acariciarla, recorrer sus curvas mientras acaricia y araña lentamente mi espalda. Nos unimos en un largo beso mientras el coro baja lentamente la voz, mas y mas.

Al final, un orgasmo es una muerte pequeña ¿sabes? Ella viéndome a los ojos se sonríe y me dice con esa voz infantil que tanto adoro: - ¿Estabas esperando el momento de soltarme semejante payasada verdad?

Así de pronto como explotan las risas callan de pronto. El Lacrimosa exige respeto y pagamos esa deuda con otro beso, con mas caricias, fundiéndonos uno en el otro.

Al final si, puede ser una música para muertos, pero nosotros decidimos vivir mientras nos asesinamos uno al otro en esa muerte pequeña. Mozart de seguro estaría feliz de que usáramos su música para amar en vez que para recordar a los caídos, pero para su infortunio los dos estamos pensando más en gozar al otro. Además lo que sigue ya no lo compuso él, por lo que a nombre de los dos pido nuestra absolución por amarnos en lo que resta.

lunes, 18 de junio de 2012

Epílogo


Terminando con este asunto de los libros al fin, aunque siento que dejo varios fuera. Aún así es prudente dejar la lista hasta aquí, no quiero terminar por aburrirlos o algo. Y para ustedes ¿qué libros son sus favoritos e indispensables?

"El mexicano condena en bloque toda su tradición, que es un conjunto de gestos, actitudes y tendencias en el que ya es difícil distinguir lo español de lo indio (...) El mexicano no quiere ser ni indio, ni español. Tampoco quiere descender de ellos. Los niega. Y no se afirma en tanto que mestizo, sino como abstracción: es un hombre. Se vuelve hijo de la nada. Él empieza en sí mismo."

El Laberinto de la Soledad - Octavio Paz

No es por gusto personal, pero le llevo la contraria en muchas ideas preconcebidas a mucha gente. Creo que una de las principales es la idea que tenemos de México como pueblo y nación. Para mi México por desgracia no es el pueblo solidario, trabajador y humilde que todos queremos pensar. Estamos llenos de vicios y contradicciones que nos hacen un pueblo extraño. Pero todas esas ideas las vino a fijar y a dar un cauce este libro. El laberinto de la soledad me vino a mostrar que esos cabos sueltos que si bien estaban claros no sabía cómo expresarlas o descubrir de donde provenían. 

Octavio Paz realmente hace una disección quirúrgica del Mexicano y sus demonios. Como a muchos uno de mis partes favoritas es ese famoso capítulo de la chingada (literal) o en el que a partir de la imagen del pachuco trata de desenredar la forma de ser del mexicano. Este es uno de esos libros que todos en este país deberíamos leer, mínimo para darnos una idea del porque estamos cómo estamos.

De los primeros libros que leí de la bien amada editorial Cátedra fue este. Originalmente en la edición que Luzero me prestó y ya después en la mía propia. Adoro los libros de Cátedra por todo el aparato crítico y las notas que te dan una visión muchísimo más amplia del texto y te enseñan a ver y pensar en el libro con todas sus posibles ramificaciones. Además puedo decir que uno de mis tesoros más queridos tiene que ver con este libro, ya que soy el afortunado poseedor de una segunda edición del libro. No es una primera edición, pero casi.


 “Mi nombre es Ixca Cienfuegos. Nací y vivo en México, D.F. Esto no es grave. En México no hay tragedia: todo se vuelve afrenta.”

La región más transparente - Carlos Fuentes

Polémico hasta su muerte, con casi tanta gente que lo odiaba como gente que lo amaba, Carlos Fuentes se forjó a golpe de letras un lugar como uno de los escritores más grandes que ha dado éste país. Para mí Fuentes se puede colocar entre los favoritos no sólo de México sino de todos el mundo. También es uno de esos autores de los que he leído muchas obras, y aunque quizá al final de su carrera bajó su calidad, allí tiene varias obras que le han asegurado inmortalidad, y destacando entre todas ellas, La región más transparente.



Éste libro me atacó desde varios frentes. Me llegó por el lado de mi amor a la Ciudad de México, su historia, sus calles viejas. Las descripciones de ese México perdido de mediados del siglo XX con todo su aroma a ciudad que lucha por ser cosmopolita a pesar de tener esa mancha de pobreza creciendo al mismo tiempo. Me llegó al mismo tiempo por el lado romántico, ya que ese amor por la ciudad era compartido por una persona, esa persona. Juntos lo buscamos, prácticamente juntos lo leímos y a pesar de que nuestros lazos ya llevaban signos de unión esté libro fue una de esas cosas que terminaron por sellar nuestras vidas y nuestros destinos, para bien o para mal. Me llegó también por el lado musical, aunque parezca extraño, por esa anécdota de cuando conocí a Carlos Fuentes en una firma de autógrafos

La dichosa firma
Los vaivenes, dramas y aventuras de todos los personajes se me hacen tan actuales como si la novela transcurriera en la actualidad. Todos controlados por los hilos invisibles de ese Ixca que jamás lo llegas a entender muy bien pero te das cuenta que está fuera del alcance de todos. Por momentos novela costumbrista y por momentos cayendo en ese realismo mágico cómo se le bautizó entonces, la obra nos lleva de la mano no para conocer cómo terminan las historias de los personajes, sino para saber cómo todas esas historias enlazadas intentan servir a un fin que nadie se espera.



La región más transparente la leí originalmente en ese libro que Patricia y yo buscamos en una feria del libro infructuosamente y terminamos encontrando en un puesto callejero. Era una edición de bolsillo común pero que nos enamoró gracias a la fotografía de la portada, una de esas fotos del famoso Nacho López que mostraba el cruce de Reforma con Bucareli con el viejo edificio morisco de la lotería de fondo. La edición que les presento es la famosa edición de aniversario que me firmaría don Carlos ese día de la playera de Pearl Jam.



"No, no puede ayudarme, señora. ¿Por qué no, Carlitos? Porque lo que vengo a decirle -ya de una vez, señora, y perdóneme- es que estoy enamorado de usted."

Las Batallas en el Desierto - José Emilio Pacheco

Nunca un libro tan corto pudo haber contenido tantas cosas. En un asunto muy parecido a La región más transparente, Las Batallas en el Desierto me conquistó por su manera de relatar un episodio por demás extraño en una Ciudad de México, en particular en La Colonia Roma de los años 50.

La forma en la que llegué a él fue creo que la misma de muchos de mi generación, por Café Tacvba y su canción "Las Batallas". Desde que la escuche me quedé enamorado pero al mismo tiempo intregado. ¿Quién era ese Carlos? ¿Quién esa Mariana que puso tan loco a Carlos al grado de llevarlo a un hospital?" Pasé algún tiempo sin responder esas preguntas hasta que me enteré que todo estaba basado en un libro. La primera vez que lo leí fue en la biblioteca de la prepa. Creo que tiene el record personal de menos tiempo para leer un libro, me tardé como hora y media en terminarlo. Desde ese entonces y sobre todo cuando lo compré es uno de esos libros, junto a Aura de Fuentes, que me gusta releerlo de corrido en mis ratos aburridos.

La historia de Carlos y su infancia exaltada por el amor a Mariana y destruida después por ese mismo amor se me hace un retrato de esa clase de infancia (y de vida de hecho) que ya no existe. En estos tiempos ya es muy extraño encontrar amor de ese tipo, y si existe de inmediato es confundido con atracción sexual. Aunque después de ver cómo le fue a Carlos se puede ver que en eso no hemos cambiado casi nada.

La edición original que compré para mí esta extraviada. Es uno de esos libros que presté y que a la fecha no me han regresado. Ni siquiera sé quien lo tiene. La versión que muestro es una pequeña belleza. Una edición especial con otra de esas maravillosas fotos de Nacho López, curiosamente en la misma calle de reforma y con la misma perspectiva del Monumento a la Revolución y el edificio Morisco de la Lotería. Una razón más para enlazar ambas historias en mi vida.

"Así que el Nueva Fidelidad zarpó al amanecer del día siguiente, sin carga ni pasajeros, y con la bandera amarilla del cólera flotando de júbilo en el asta mayor"

El amor en los tiempos del cólera - Gabriel García Márquez

Gabo por muchos motivos era obligado a estar en esta lista, y para mi "Cien años de Soledad" es una de las obras más impresionantes que he leído. Sin embargo, el libro que debía estar en la lista no podía ser otro más que éste. El peso que tiene este libro en esos 3 años de mi vida son equiparables al que tiene La región más transparente. No sé cuantas veces en ese periodo desee tener una bandera del cólera para evitar que la gente se acercara y poder seguir viviendo en las mismas circunstancias una y otra vez.

Lo que más recuerdo del libro es justamente esa historia de amor separada por años y que muchísimo tiempo después logra concretarse. En muchas ocasiones me vi reflejado en ese Florentino Ariza , no en la promiscuidad pero si en la sempiterna paciencia que tuvo para declarar al fin su amor. El libro a veces se me hacía desesperante por ver como avanzaba el tiempo y ninguno de los dos personajes se acercaban ni hacían nada por acercarse hasta que llegara el famoso perico. También es de esas historias llevadas al cine que trato de evitar como la peste. No me gustaría ver algo así destruido por darle gusto a las masas ávidas de historias de amor baratas.



Este libro es de esos famosos de editorial Diana. Lo compré en uno de esos días en lo que se aloca uno ante una barata. Comercial Mexicana y su Julio regalado en este caso me hizo salir con seis libros de García Márquez y otros. En ese entonces los tiempos no estaban para gastar tanto dinero en libros, pero la propaganda tuvo su efecto en mi.



"¡Vanidad de vanidades -dice Qohelet-;
vanidad de vanidades, todo es vanidad!
¿Qué provecho saca el hombre
de todos los esfuerzos
que lo fatigan bajo el sol? "

Qohelet - Gianfranco Ravasi

¿Por qué la gente le huye a la Biblia? Muchas respuestas se me pueden ocurrir de inmediato. Quizá el hecho de ser un libro "religioso", o que está relacionado con el catolicismo, o que nos recuerda nuestra infancia perdida en las tardes que nos obligaban a ir a misa o al catecismo, qué se yo. El punto es que poca gente se plantea leer la Biblia o al menos alguno de sus libros integrantes, y la verdad de lo que se pierden.

Quizá una de las cosas que a mí me permitió entrarle al toro fue que la leí muy niño. Creo que empecé a leerla a los 6 o 7 años y en esos momentos mi mente aún no tenía ideas preconcebidas ni aprendidas acerca de lo que era la religión en sí. Entonces al ir leyendo las historias en el libro las tomaba justo como eso: historias, sin ningún tinte religioso y sin la intención de buscar enseñanzas donde no las había.



De entre todos los libros de la Biblia y del Antiguo Testamento en particular hay dos que son mis favoritos y que irónicamente son los dos más dispares de todos: El Cantar de los Cantares y Qohelet (o Eclesiastés, como ustedes prefieran), pero desde que me encontré con el libro que ahora les cuento, mi favorito por mucho es Qohelet.

Ravasi hace un estudio muy concienzudo de lo que hace a éste libro tan peculiar. De verdad es un verdadero milagro que se encuentre dentro del canon tanto de judíos como de cristianos, y esto es debido a que las "enseñanzas" que nos da son completamente paradójicas y diferentes a lo que esperaríamos de un libro sagrado. Allí donde cualquiera esperaría encontrar un mensaje de amor a Dios o de esperanza nos encontramos justo lo contrario. Qohelet es el himno a la desazón, al pesimismo, a la desesperanza por el futuro, al cuestionar a Dios, al hombre, a la creación, a todo lo que se mueve bajo el sol.

Nuevamente este libro fue una joya perdida en un puesto callejero. Una de las cosas que pocos saben es que me gusta coleccionar libros sobre religión, antiguos en especial. El hecho de que se apareciera frente a mi fue verdaderamente un milagro, ya que pareció sepultado entre mil cosas más. Es también de esos que el precio es risible, pagué creo que 15 pesos por un libro que desde que me encontré me es fundamental.


"Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."

Rayuela  - Julio Cortázar

Idolatro a Julio Cortázar. En aquella famosa pregunta de mi amiga sobre mis autores favoritos creo que el primero que se me vino a la mente sin dudar fue Don Julio. La perfección sobre cómo contar una historia se ve reflejada en cada una de sus historias, no importando si es un cuento corto o una novela extensa, Don Julio tiene ese Dondehacerlascosascomonadiepuedehacerlas.



Y a pesar de que he leído prácticamente todo lo que ha escrito éste hombre y que puedo leer una y otra vez cosas como "Todos los fuegos el fuego" o "Las armas secretas" o "Último Round" y que prefiero su lado cuentista, "Rayuela" es el libro definitivo de su obra y el que me dejo marcado de varias maneras. Es tan difícil de definir no sólo el libro en sí sino la experiencia que embarca el leerlo que no puedo atreverme a dar una reseña en el sentido estricto de la palabra sin pensar que me estoy quedando muy corto. El ritmo frenético de su prosa, los episodios memorables como la muerte de Rocamadour o las historia de amor/desamor entre Oliveira y Maga con el viaje de Oliveira para buscar a su amada, el impresionante Capítulo 7, todo hace que la experiencia de leer Rayuela tenga no uno sino muchos sentidos y que el sentimiento de la obra casi dependa del estado de ánimo del lector.

Este libro fue mi fiel compañero durante la universidad, donde lo leí varias veces o donde me dedique a recorrer sus capítulos como están ordenados, o como te recomienda la hoja de ruta o sencillamente abriéndolo al azar y leyendo lo primero que encontraba. También pertenece a esos libros de Cátedra que tanto estimo y que también me ayudó a entender las enormes conexiones que tiene casi cada párrafo con diversas historias.

jueves, 14 de junio de 2012

Colosio en tiempos de elección


Ese día, 23 de Marzo de 1994 pudo haber sido uno más para este su humilde servidor. Un día común en el que llegué desde temprano a la escuela para hacer mi servicio social (aunque en realidad me la pasaba cortejando a una mujer que jamás me dijo que sí) y preparándome para mis clases del turno vespertino en el viejo CBTis 133.  Ya a esas alturas, quinto semestre si no recuerdo mal, comenzaba a dejar de ser el nerd que siempre era gracias a mi banda que comenzaba a pervertirme más. Sin embargo, ese día, cuando llegué a casa me topé con esa noticia que provocaría tantos cambios en mi vida y en la de todos los de mi generación. Ese día, aproximadamente a las 7 de la noche habían matado a Colosio. Yo estaba por cumplir 17 años.

Cómo a todos los mexicanos la noticia realmente me tomó de sorpresa. Se podía ver que Colosio no terminaba de convencer a la gente, aunque estaba más que descontado que él sería presidente por una sencilla razón: era el candidato del PRI. Aún así se podía percibir que el candidato del PAN, Diego Fernández de Ceballos, ganaba más y más apoyo, incluso más que el candidato del PRD y para todos ganador de la elección de 1988, el sempiterno Cuauhtémoc Cárdenas. El clima político tenía su dosis de incertidumbre a pesar de que el resultado era inamovible. Habíamos vivido ya tanto con esa situación que era utópico imaginar algo diferente. Hasta ese día que todo lo cambió.

Al día siguiente mi profesor de Historia Política y Económica de México (creo que así se llamaba la materia) nos pidió que escribiéramos lo que pensábamos sobre el caso y qué consecuencias tendría en el país. Creo que esa fue la primera vez que me ponía a pensar seriamente en una cuestión política y en cierta manera me hizo voltear a ver la situación de mi país. Lo que escribí quizá no fue algo bueno (si con 35 siento que no escribo bien, imaginen a los 16) si me permitió investigar y acercarme a leer cosas sobre la historia de México y especialmente sobre el Priismo. Desde ese momento decidí que una vez que tuviera una credencial de elector en mis manos jamás le daría un voto al PRI.

La cuestión del por qué lo mataron para mi no es un misterio. Mucha gente ve a Colosio como un martir de la democracia que murió por enfrentarse al poder maligno de Salinas y el partido. Para mi eso es una romantización de las cosas, porque al fin y al cabo Colosio era una gente del partido que tuvo la mala fortuna de querer tomar el poder por sí sólo sin permitir el nuevo maximato salinista. Algo así no era compatible con esos planes y al final terminó pagandolo con su vida.

Todo esto viene a cuento gracias a la película que acabo de ver, "Colosio", dirigida por Carlos Bolado. La película no es mala a pesar de que es una ficción al rededor de los hechos reales. No trata de inventar el hilo negro y en prácticamente todo momento se apega a las investigaciones. Claro, es muy probable que tenga toda la intención de provocar polémica en estos tiempos electorales, pero al final los hechos allí están y prácticamente todo el mundo lo sabe. Lo que yo no alcanzo a comprender es que la gente siga teniendo como opción al PRI a pesar de que la historia habla por sí misma y cualquier persona con un poco de cultura sabe de lo que el otrora partido en el poder sabía hacer.

Colosio se me hace muy recomendable no sólo por la historia en sí, sino porque al menos en mi caso me hizo recordar ese suceso que en cierta manera me hizo ver las cosas de manera distinta y refuerza mi idea de impedir a toda costa que ese partido regrese al poder.

martes, 5 de junio de 2012

Prostitutas, Profetas e Historias


Siguiendo con este ejercicio, pongo aquí otros cuatro libros más. Mientras más recuerdo mis lecturas más libros me gustaría poner. Me voy dando cuenta que cada libro me ha dado algo para mi vida, bueno o malo, por lo que discriminar a unos sobre otros se me hace en cierta forma injusto. Debo limitar la lista, pero tratare de abarcar los más que pueda. Vamos pues.

"Dijo Almitra: Háblanos del Amor.

Y él levantó la cabeza, miró a la gente y una quietud descendió sobre todos.
Entonces, dijo con gran voz:

Cuando el amor os llame, seguidlo.
Y cuando su camino sea duro y difícil.
Y cuando sus alas os envuelvan, entregaos. Aunque la espada entre ellas escondida os hiriera.
   Y cuando os hable, creed en él. Aunque su voz destroce nuestros sueños, tal como el viento norte devasta los jardines."

El Profeta - Khalil Gibrán

Una de las cosas que más me llamaron la atención de El Profeta es la forma en la que hace su propia interpretación de los valores humanos más básicos. Las series de consejos que nos da podrían parecer la cosa más simple y conocida del mundo pero justo allí radica la belleza de este libro, nos habla de forma tan clara que parece imposible que no hayamos pensado así antes. Sin la menor pretensión de crear un libro religioso, Khalil Gibrán nos va adentrando en una serie de frases llenas de espiritualidad pero al mismo tiempo llenas de sentido práctico, cosas que no son sino las que la experiencia de alguien que ha amado o ha trabajado o ha sufrido mucho en esta vida y que todo eso lo ha ido acumulando por años.

Creo que la mejor forma de disfrutar este libro y de reflexionarlo es leerlo sin ninguna pretensión de autoayuda o superación personal o religiosa. Me he encontrado varias veces con autores que tratan de "reflexionar" sobre el contenido o el "mensaje" del libro y terminan en desvirtuar completamente la belleza del texto. Este es uno de esos libros que hay que gozarlo como lo que es: una obra de arte; en la que cada quién sacará conclusiones o enseñanzas según la experiencia personal. Parafraseando a Wilde cuando dice qué el arte que no es inútil no es arte, debemos aproximarnos a El Profeta por su valor estético y nada más. El resto es cuestión de cada quién.


Originalmente leí El Profeta en una edición vieja de la obra completa de Khalil Gibrán. El que les muestro en la foto es uno de mis mejores ejemplos de cuando el libro es un objeto de arte en sí mismo. Es una edición muy hermosa, ilustrada y cuidada en todos sus detalles. Desde que lo sostienes en sus manos y palpas el material de la portada quedas prendado de él. Leer un libro así es una experiencia en todos los sentidos.










"'Si me asiste el derecho de poner nombre a las cosas por mí descubiertas, lo llamaré Amor o Placer de Venus', apuntó Mateo Colón..."

El anatomista - Federico Andahazi

Hay varias cosas que he aprendido en este asunto de comprar libros y es que en cualquier lugar, incluso en el puesto callejero más insignificante puedes encontrar verdaderos tesoros. Uno de los primeros, sino es que el primero de ellos fue justamente El Anatomista. Lo compré en el tianguis que religiosamente se pone todos los sábados afuera de casa de mis padres y hasta donde recuerdo fue prácticamente un regalo (creo que me costó unos 20 pesos) y desde la primera página me atrapó. Es de los muy contados casos en que una vez terminado el libro lo volví a leer de nuevo de inmediato.





Más allá de las posibles suspicacias que provocaré, el tema es por demás interesante y la forma de narrarla se me hizo suprema. El libro narra las desventuras del anatomista italiano Mateo Colón, el cual muestra al mundo su descubrimiento, su "América", su tesoro: El clítoris. En su búsqueda por conquistar el amor de una prostituta, Mateo aplica todos sus conocimientos para encontrar la llave de la puerta del esquivo corazón femenino, y cuando cree haberlo encontrado provoca una conmoción tan grande que cambiará muchas cosas y vidas.

Mi viejo tesoro encontrado en el tianguis sigue conmigo acompañándome. Es un libro por demás raro ya que se encuentra descatalogado y sólo lo he vuelto a ver otra vez en un montón de libros viejos en una feria del libro. Como anécdota el pobre libro tuvo que soportar valientemente la censura materna debido a las generosas carnes de la beldad de la portada. No podía ser de otra manera, el libro tenía que soportar algo muy parecido a lo que cuenta en su interior.


“Hay que seguir, voy pues, a seguir”.

El innombrable - Samuel Beckett

Leer a Samuel Beckett es todo un reto. Incluso la palabra "leer" puede quedar algo corta debido a que más que una historia típica y coherente sus libros están compuestos por reflexiones rápidas y muchas veces inconexas con el resto del texto. Creo que justo eso es lo que hizo quedar prendado de Beckett, ya que mis procesos mentales son muy semejantes a su forma de escribir. Lo conocí primero por sus obras de teatro "Fin de Partida" y su clásico "Esperando a Godot". Fueron mis principales compañeros en las tardes aburridas de la universidad cuando no tenía nada que hacer durante mi servicio profesional, así que pude dedicarle el tiempo necesario para leer y tratar de seguir sus pasos.





El innombrable no tiene una línea definida, no tiene una historia propiamente dicha. Es una serie de reflexiones, de frases, de pensamientos veloces que van saliendo de la mente del "protagonista". Podríamos decir que es una especie de monólogo de alguien que está en un momento de desesperación. No sabe qué hacer, trata de darle un significado a algo que está ocurriendo en su vida, intenta desmenuzar sus mismos pensamientos sin lograr más que enredarse más en su mente y sus ideas. El final para mi es de las cosas más sublimes que he leído y ha sido una de esas frases que me acompañan durante los momentos más difíciles. La decisión final de seguir a pesar de que ya no existen ni las fuerzas ni la voluntad de hacerlo mas que ser un signo de resignación y conformismo es para mí la señal de que a pesar de tener todo en contra siempre se debe afrontar las cosas.

Este libro es uno de esos muy contados casos que lo leí primero en formato electrónico. Si de por sí es difícil para mí leer en una computadora leer a Beckett así debería tener valor curricular. El libro que tengo lo compré en una venta nocturna de alguna librería y lo hice sólo por el hecho de tenerlo aunque no lo he releído completo en él sino sólo algunos pasajes. Espero dedicarle el tiempo que se merece pronto.

"Estás a punto de empezar a leer la nueva novela de Ítalo Calvino, Si una noche de invierno un viajero. Relájate. Recógete. Aleja de ti cualquier otra idea. Deja que el mundo que te rodea se esfume en lo indistinto. La puerta es mejor cerrarla; al otro lado siempre está la televisión encendida. Dilo en seguida, a los demás: "¡No, no quiero ver la televisión!" Alza la voz, si no te oyen: "¡Estoy leyendo! ¡No quiero que me molesten!" Quizás no te han oído, con todo ese estruendo; dilo más fuerte, grita: "¡Estoy empezando a leer la nueva novela de Ítalo Calvino!" O no lo digas si no quieres; esperemos que te dejen en paz."

Si una noche de invierno un viajero - Ítalo Calvino

De mi viaje a Europa traje muchísimas cosas: experiencias, recuerdos, lecciones, sanación y, una de las principales, libros. Me fui con una enorme mochila en el viaje y regresé con dos enormes mochilas, una de las cuales llegó a casa repleta de todos los libros que compré durante el viaje. El lugar donde más lo disfrutamos y que de hecho fuimos específicamente a eso fue Barcelona. Mientras paseábamos Vanesa y yo por los estantes, quisimos cada uno recomendarle al otro un libro. Creo que yo le recomendé "La Broma" de Milan Kundera y ella me recomendó "Si una noche de invierno un viajero". Creo que hasta ahora no le he agradecido como es debido que lo hubiera hecho.

Desde que lo comencé a leer en el tren rumbo a Ámsterdam hasta que lo terminé no pude separarme de él y en todo momento sentí que estaba frente a una de esas cosas que te llenan en todos los sentidos. De hecho puedo decir que ha sido el último de los libros que me ha emocionado al grado de declararlo uno de los mejores que he leído en mi vida.





La historia empieza de una forma muy sencilla pero muy original. Un lector entra como acostumbra a una librería a buscar qué leer y se topa con el nuevo libro de Ítalo Calvino llamado (así es) "Si una noche de invierno un viajero". El lector se interesa por él, lo lleva a casa y cuando comienza a leerlo se da cuenta que el libro que compró está defectuoso. De esta manera empieza una trama que increíblemente nos va atrapando en diferentes historias, ya que el lector al llevar el libro a cambiar se topa con que la nueva copia que le dan es un libro completamente diferente. Entonces se queda con "Si una noche.." a medias y comienza otra historia, la cual como buen lector comenzó a leer pero no puede dejar de parar. El asunto de las historias truncas se repite una y otra vez, al grado que pareciera que ficción y realidad se funden al grado de no saber si el lector es realmente el lector o es el personaje de otra novela que está sucediendo en ese momento.

La cuestión es más fácil de leer que de explicar. Pero sin lugar a dudas es un libro con el que de inmediato te relacionas, con el que te identificas completamente, y su magia radica en terminas tu mismo viéndote como el lector de la novela. Además de estar maravillosamente escrito, con un final sorprendente e inesperado, pero sobre todo con ese capítulo inicial donde habla de los preparativos para leer un libro donde sinceramente uno no puede dejar de reír con todas las coincidencias que uno encuentra.

La edición de Siruela que tengo es doblemente valiosa para mí, no sólo por el hecho de ser uno de esos libros Europeos, sino porque es un referente que me acompañó en la última parte de mi viaje y de hecho en la más difícil: el regreso. Creo que leer algo como esto hizo más llevadera la tristeza de regresar y el tránsito para regresar a la rutina. De no haber tenido esto a mi lado, no creo que hubiera resistido tan bien la nostalgia. Quizá Vanesa en toda su sabiduría lo sabía y por eso puso este libro en mi camino.

viernes, 1 de junio de 2012

Musiquita versión Mayo 2012



Mayo fue un mes raro. Empezó increíblemente bien con una serie de conciertos memorables, continuó con la partida de un ídolo y casi cierra muy mal con un ataque de depresión de esos que ya tenía mucho que no me daba. Y a pesar de todo mayo fue el mes más productivo en lo que a este blog se trata.

En cuestión musical se ve reflejado un poco de esos vaivenes. Este mes no hubieron muchos artistas nuevos y más bien me dediqué a escuchar clásicos olvidados, discos completos de bandas clásicas y a The Beatles.

Para destacar queda The Damned, The Cult, Television, grupos que conocía hace rato pero que no había escuchado material completo de ellos. Obvio la visita de Paul McCartney me influyó tanto que éste fue un mes Beatlemano y a pesar de todo George Harrison fue el consentido del mes.

En el lado de las decepciones quedará el nuevo de Garbage, la verdad esperaba mucho más del disco. Y Cerati, siendo francos jamás me ha entrado del todo.

Acá la lista completa. Hay ahora más huecos en los días pero eso es culpa de los conciertos, las juntas laborales y la depresión.

02 1 Mile North -> Minor Shadows
03 The Damned -> The Best Of
04 Collective Soul -> Hints, Allegations And Things Left Unsaid
07 Paul McCartney -> Kisses On The Bottom
09 Garbage -> Not Your Kind of People
10 The Beatles -> The Beatles
11 Gustavo Cerati -> Bocanada
14 Varios Artistas -> Complete Beethoven Edition Vol. 8: Cello Sonatas
15 Television -> Marquee Moon
16 Buzzcocks -> A Different Kind of Tension
17 Molotov -> Desde Rusia con amor
18 Etta James -> Life, Love & The Blues
21 Brett Ellis Band -> Monkey Brains
22 The Cult -> Choice of Weapon
23 Otis Rush -> All Your Love I Miss Loving: Live At The Wise Fools Pub Chicago
24 Chuck Berry -> Blues
30 George Harrison -> All thing must pass
31 INXS -> X