miércoles, 20 de noviembre de 2013

1096 días y contando


Cada que se cumplen años, es inevitable caer en la tentación de mirar hacia atrás y ver las cosas que has construido o contemplar las ruinas que has dejado a tu paso. 365/366 días de tu vida han pasado la dualidad de hacer/no hacer, moverse/quedarse quieto, armar/destruir, todo en aras de hacer que este pedacito de vida que se te fue concedido sea algo digno de haberse vivido.

Igual que mi vida, mi vista ha ido cambiando en estos tres años
En 1096 días de mi vida he intentado plasmar todo esto a través de la escritura. No ha sido nada fácil, considerando que casi nunca me había atrevido a enseñarle a la gente lo que escribía. Mis letras siempre las consideré o demasiado azotadas o demasiado personales como para que alguien allá afuera las leyera. Sin embargo, cuando tras casi una década de tener pareja me enfrenté al hecho de estar solo y destruido interiormente, supe que debía buscar la manera de desahogar la presión que se venía acumulando en mí. Y la verdad que escribir así, sin importar si alguien me leyera y quién me leyera, ha sido de las terapias que más me han servido.

Y creo que también en la vida de este blog se ha visto reflejado mis estados de ánimo. Hubo un periodo durante el año pasado en el que escribí mucho, para después casi desaparecer, y de nuevo volver a intentar escribir. Todo ha sido reflejo de mis traumas, de mis frustraciones, de mis momentos de paz o de mis momentos de estrés.

Pero creo que al final, lo que me ha ayudado más a seguir con esto ha sido, curiosamente, que efectivamente hay gente que me lee. Más allá de mi círculo de amigos, a los cuales les agradezco infinitamente su paciencia para leerme, ha habido gente anónima que por alguna razón ha llegado a mi blog y lo ha leído. Hace unos meses recibí un correo de alguien que no conozco, pero que me ha servido mucho para darme cuenta de que puedo compartir o llegar a los sentimientos de alguien más. Ese correo me ayudó a darme cuenta que no soy alguien que no merezca ser feliz, a pesar de todas las malas decisiones o el daño que haya podido causar. Si ser feliz se tratara de merecimientos, nadie sería feliz. Y ahora ese es mi estado actual, quería una enésima oportunidad para intentar ser feliz y, sin merecerla o no, la tengo.

Este blog cumple tres años. Es increíble que haya llegado a 3 años y a 105 publicaciones, al menos no es algo que pensara que sucedería cuando escribí mi primer entrada. Estos 3 años han sido de lo más alocado, divertido, triste, fuerte y contrastante que he tenido en mis 36. Y los he vivido lo más intensamente que he podido. A pesar de sus días malos y sus caídas, he disfrutado mucho vivirlos y también compartir tanto lo que estoy sintiendo como algunos de mis recuerdos del pasado.

Tres años después, no me queda más que agradecer a todos los que alguna vez han caído por aquí. Gracias, seguiré escribiendo y sobre todo, viviendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario