Quizá lo que hago parezca un acto de suma ardides, o para
muchos sea un "ya para qué". Pero después de los resultados de este
desastrosamente histórico 1 de julio de 2012 hay varias cosas que me dejan
pensando en lo que éste país significa y en lo que vendrá en el futuro. La
verdad no pienso entrar en discusiones inútiles sobre un fraude o paranoias
mexicanas parecidas, pero no quiero dejar de dar mi opinión, a pesar de que aún
siento mucho coraje y sobre todo tristeza por lo que estas elecciones nos han
dejado.
No fue suficiente ni la historia, ni los antecedentes
documentados ni nada para evitar que el PRI regresara. Lo peor es que puedo
decir que esta es la elección más legítimamente ganada por el PRI en toda su
historia y eso es para deprimir a cualquiera.
El punto importante es ¿nosotros qué vamos a hacer?
Obviamente lo peor que haríamos sería tirarnos al piso a llorar nuestra
desgracia y vivir con esa depresión post electoral y mentar madres vía redes
sociales hasta saciar nuestro descontento. Creo que México ha logrado bastantes
cosas a pesar de los tumbos dados en 12 años como para permitirnos perderlos
justo ahora.
El panorama parece sombrío pero dentro de todo hay una ligera luz
que puede ayudar. Aún no conocemos la reacción de Obrador pero tiene de nuevo
la oportunidad histórica de aprovechar el respaldo que tiene. Igual que hace
seis años la izquierda es la segunda fuerza política del país y eso dice algo,
sólo espero que no tire por el caño de nuevo esa oportunidad. También al
parecer el control del PRI no será total. Habrá un congreso dividido, con
mayoría relativa para el PRI pero no con ese carro completo que si nos hubiera
terminado de dar en todísima nuestra madrecita. Existen aún corrientes críticas
en México, el 132 aún no se da por vencido y sigue manifestándose. Cómo ayer
platicaba con gente en Twitter, México ya no es el mismo de hace algunos años,
si bien la gran mayoría se dejó llevar por la masiva campaña publicitaria no quiere
decir que Peña se enfrentará a la masa borreguil y sumisa que el PRI tuvo
durante mucho tiempo. Al menos tendrá la resistencia de varios de nosotros, no
la tendrá fácil, o por lo menos eso quisiéramos pensar.
La situación no es nada agradable. El hecho de pasar el
trago amargo de ver regresar al peor de nuestros fantasmas del siglo pasado a
este siglo XXI es para desesperanzar a cualquiera. Y más aún ver como mucha
gente lo aplaude y se congratula por haber dado su voto al PRI. Muchas de esas
personas son amigos míos por desgracia y si bien puedo respetar su decisión no
concuerdo ni con sus motivos ni sus razones para votar por el PRI. De hecho si fuéramos
un poquito leídos sabríamos que votar por el PRI es una de las contradicciones más
grandes en las que hemos caído los mexicanos y in embargo, para muestra de
nuestro surrealismo podemos dar dos ejemplos: En Chiapas, la tierra de Marcos y
el EZLN el PRI ganó con más del 60% de los votos. Y en Atenco, ese lugar donde
tanto se nos recordó el abuso de poder del PRI y sus violaciones policiales también
hubo mayoría del tricolor.
Estoy muy deprimido, triste, enojado. Sin embargo tenemos
que tomar esto como una muestra de que el error no es de el actual presidente ahora
ya saliente, ni del PAN, ni de ninguno de los partidos, ni de AMLO. El error sigue
siendo de México por no atreverse a dar el paso hacia una democracia. El seguir
pensando que llegará un señor todopoderoso, un gran tlatoani benefactor del
pueblo que nos sacará de todos nuestros problemas mágicamente ni necesidad de
que nosotros movamos un solo dedo. La gente vio en el guapo guarro de
telenovela al superhombre que los llevaría lejos de su realidad y ahora tendremos
que padecer con esa decisión de la mayoría. Habrá que pelear por no regresar al
pasado. Tendremos que luchar por no ser víctimas del PRI de nuevo. Y esa creo
que es la mayor desgracia en la que hemos caído: en vez de luchar por salir
adelante de nuestros problemas y progresar tendremos que usar nuestras energías
para impedir la caída a ese pasado horrendo que al parecer a muchos mexicanos o
no les importa o no se acuerdan.
Pobre de México, tan cerca del PRI.
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