miércoles, 30 de mayo de 2012

Primeras Letras


Escoger qué libros son mis favoritos ha sido una tarea ardua. He tratado de reducirlo a al menos diez pero cada que veo mis libreros sale otro más levantando la mano. Trataré de no hacer demasiado extensa la cosa y empezaremos con los cinco primeros, sin un orden en especifico a excepción del primero que cronológicamente ocupa el primer lugar.

Un joven... -hagamos su retrato de una sola plumada-:
imaginaos a don Quijote a los dieciocho años;

Los tres Mosqueteros - Alejandro Dumas

Todo mundo tenía como héroes de la infancia a los personajes de comics o de caricaturas, mi primer héroe se llama D'Artagnan. Este libro fue el primero de los que heredaría de mis hermanas y de hecho es el primer libro completo que leí. Conocer a los tres mosqueteros a la tierna edad de siete años hizo que mi mente se llenara de fantasías y aventuras, además que me hizo enfrentarme a mis primeras ideas sobre sentimientos no tan infantiles como la muerte, la venganza o la infidelidad. De hecho la última parte del libro se torna sombría. A pesar de todo el tono romántico y juvenil que tiene la obra me enganchó desde el primer momento y me hizo aprender los valores de la amistad a toda prueba y de la fidelidad a una causa. El "uno para todos y todos para uno" me llegó de primera mano y sin necesidad de escucharlo por otro lado (pregunta de fanático: ¿cuántas veces en toda la saga se menciona la frase?) 



La foto que ven es justo ese viejo libro que leí. Mi madre tenía la costumbre de coser el lomo de los libros para evitar que se deshojasen. Esa edición rústica de la "Sepan cuantos" de Porrua también me enseñó que eran libros muy mal hechos y a la fecha sigo pensándolo y evitándolos. Leerlo era todo un sufrimiento con  esa maldita manía que tenían (ignoro si siguen teniéndola) de poner el texto a dos columnas en cada página. Pero a pesar de eso sigo disfrutando de releer mis pasajes favoritos en esa edición, a pesar de que ya tengo una edición bastante bonita y muy completa de toda la saga. Es mi mejor definición que tengo acerca de viajar a la infancia.

Siempre me imaginaba caminando por las calles de Paris reviviendo las aventuras de Athos, Porthos, Aramis y D'Artagnan y de hecho cuando estuve allí no deje de disfrutarlo y hablarlo. Me falta otro sueño no cumplido que es visitar la estatua que tiene D'Artagnan en Gascuña, pero ya habrá tiempo para eso.

La fórmula que había estado recitando, la primera de las dos, la que correspondía a la Cabeza de Dragón, al nodo ascendente...¡Dios bendito! ¿Podría ser...?

El caso de Charles Dexter Ward - H. P. Lovecraft

Por allí leí que la mejor edad para leer a Lovecraft era la adolescencia debido a que tu mente está aún propensa a imaginar y puedes desconectarte de la realidad más fácilmente. Yo quizá ya no era tan adolescente cuando me encontré al buen H.P. pero si tenía la suficiente imaginación como para quedar prendado y asustado. Mi primer contacto con él vino gracias a la canción "The call of Ktulu" de Metallica y casi de inmediato y gracias al juego de rol leería ese relato, "The call of Cthulhu". Desde que termine ese cuento sabía sólo una cosa: leer todo lo que el señor había escrito.



El "Dexter Ward" es una rara y magnífica excepción a la regla de Lovecraft, ya que en toda su obra sólo encontramos un par de novelas más o menos largas. Y si hay algo que este libro tiene es que reúne toda la experiencia y habilidad que a lo largo del tiempo Lovecraft venía adquiriendo. El ritmo es avasallador y frenético desde el principio, las imágenes y descripciones son detalladas a grados obscenos y a pesar de prácticamente no tener diálogos entre los personajes (algo muy de su estilo) está escrito de tal manera que una vez que lo comienzas no paras hasta llegar al final. Un final tan bien escrito y preparado que para mí es uno de los mejores ejemplos de cómo contar un relato.

Mi ejemplar es de las ediciones temáticas de Alianza Editorial. Para mí el ver uno de estos libros con el lomo en amarillo y el título en rojo es sinónimo de libros de terror, algo que por desgracia la editorial ha venido cambiando. A pesar de que lo he leído muchas veces es uno de esos libros que he cuidado demasiado y que hasta la fecha creo que no he prestado. 

Hoy ha venido el mensajero a traerme noticias del Imperio. Vino, cargado de recuerdos y de sueños, en una carabela cuyas velas hinchó una sola bocanada de viento luminoso preñado de papagayos.

Noticias del Imperio - Fernando del Paso

Otro de los libros-herencia. Puedo afirmar que mi gusto por la historia y en especial por la historia de México nació precisamente después de terminar las 668 páginas de Noticias del Imperio. Si mis cuentas no me fallan tendría 13 o 14 años cuando lo leí y me enseñó muchísimas cosas, más de las que mis padres podrían incluso desear de este tipo de libros.





Contado en forma novelada pero no como las novelas históricas baratas que ahora nos inundan, este libro cuenta de inicio a fin la breve historia del Segundo Imperio Mexicano, teniendo como centro y protagonista a Doña Carlota de Bélgica desde su locura. Entre las imágenes de locura de Carlota se van entrelazando historias de los protagonistas de la época, pequeños cuentos, análisis históricos de los pasajes más sorprendentes de la época, todo mezclado de tal forma que a pesar de ser un libro muy extenso quedas con las ganas de leer más y más. Mis dos pasajes favoritos son la historia del sitio de Puebla, no la batalla del cinco de mayo sino el sitio que los franceses impusieron en la ciudad después de dicha batalla y que duró más de siete meses y el episodio donde narran la increíble mala suerte que siguió a Maximiliano desde el sitio de Querétaro hasta después de muerto.

La edición que tengo es quizá de los libros que más me gustan. Es una edición en pasta dura, ilustrada, ahora ya algo difícil de conseguir. Desde que lo vi me enamoré de Carlota gracias al retrato que viene en la portada y que son de las cosas que más me encanta ver cuando visito el Castillo de Chapultepec.

Y por cierto, si ya lo leyeron o quieren leerlo, lean o recuerden los capítulos "Seducciones (I) y (II)". Sabrán él porque ya me estaba volviendo un niño muy despierto.


"He estado combatiendo desde hace un año por cosas en las que creo. Si vencemos aquí, venceremos en todas partes. El mundo es hermoso y vale la pena luchar por él, y siento mucho tener que dejarlo."

Ernest Hemingway - Por quién doblan las campanas

Hemingway me entró hasta los huesos por este libro. El hecho de que el periodo de tiempo en el que transcurre la historia sea de tan sólo un día y que se narrado de tal manera que abarque un libro de dimensiones respetables hizo que Ernest se convirtiera para mí en algo así como un mago, en alguien que podía manejar los diálogos y los tiempos de una forma tan veloz y total que jamás sentías que en realidad la historia en su espacio temporal no se ha movido prácticamente nada. La novela completamente se mueve a través de las relaciones humanas, de los sentimientos de una persona que tiene la firma idea que su vida puede llegar a su fin pero que mientras exista algo por lo que luchar no dejará de intentarlo.





El libro que originalmente tenía y con el que leí la historia no existe más. Se lo presté a una persona muy especial y en alguna forma se perdió. La edición que tengo ahora es una de esas colecciones de clásicos que salen de vez en vez. Me gusta la edición por el hecho de la pasta dura y que a pesar de ser viejo está bastante bien cuidado.











"Bueno, ¿a qué horas se acabó Led Zeppelin II? ¿E In a Gadda da Vida? ¿Me habré tardado mucho en el baño?, se preguntó Rafael sin dejar de fumar"

José Agustín - Se está haciendo tarde (final en laguna)

Conocer a José Agustín fue una de las más gratas sorpresas que pude haber tenido. Yo estaba acostumbrado a las diferentes formas de pensar y dialogar de todos los autores que había leído pero en cierta manera yo era el que debía de acoplarme a la manera de hablar del autor. Y cuando llegó José Agustín me topé de repente con una persona que no sólo escribía increíblemente bien, era una persona que hacía hablar a sus personajes como cualquier persona que me rodeaba, de pronto me di cuenta que sus libros estaban llenos de palabras, modismos, actitudes completamente conocidas para mí. Es el primer autor que leí cuyas historias se desarrollaban en lugares tan comunes que serían perfectamente omisibles de no haberlos encontrado en uno de sus relatos. De pronto leer cosas sobre el Parque México, la Colonia Roma, el Woolworth de Insurgentes se volvió en algo tan relevante como sorprendente. En parte el deseo por vivir en esos lugares donde ahora vivo nacieron de esas páginas. Y no solo eso, José Agustín tiene algo que he encontrado en muy pocos autores: La Música. De pronto encontrarte con frases de The Beatles, Rolling Stones, Led Zeppelin, The Doors, cosas que eran perfectamente familiares para mí y que eran parte integral de una historia hicieron que quedara enamorado de esa forma de contar.

 Final en laguna es para mí el ejemplo perfecto de novela de José Agustín. Relata vida y obra de varios chavos en un destrampe que termina en Sexo, Drogas y Rock en Acapulco y la manera en la cual nos va llevando sencillamente es genial. Vemos como la música es parte primordial de la historia, realmente te invita a que pongas el disco del que te está hablando mientras lees. Además esas viñetas intercaladas con frases de canciones (en especial "Everybody got something to hide except me and my monkey de The Beatles) le dan un toque novedoso que yo al menos no conocía.

Mi edición es una de esas que pertenecía a la vieja serie del volador de Joaquín Mortiz. Ese libro debía haber sido autografiado por el mismísimo José, pero por mala suerte no asistió al evento donde se supone que lo vería y lo firmaría. Aún no pierdo la esperanza de conocer al que es sin duda uno de mis escritores mexicanos favoritos.

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