Realmente ha pasado muy poco tiempo. Tan sólo el viernes
pasado estaba en la conferencia de prensa de Patti, que sería lo que abriría
las hostilidades de una semana digna del recuerdo. Ya en las entradas
anteriores he puesto algo de mis impresiones de primera mano. Aún no pasan del
todo las emociones (escuché Hey Jude del concierto del Zócalo y se me salieron
las lagrimas) y hacer un examen profundo de lo que pasó no aplica todavía. Y no
sé si quiera hacerlo en realidad.
Por eso creo que el mejor balance que puedo hacer es a
través de la misma música que disfruté. Es muy difícil elegir un momento de
cada concierto debido a que todos los shows completos fueron increíbles, pero
trataré de hacer lo mejor posible. Empecemos pues.
Con Patti lo más impresionante ya lo comenté, Dancing Barefoot
desde la barra de fotógrafos. Sin embargo ese es MI momento, personal, único y
que sólo yo disfruté y gocé. El momento del concierto, el más emotivo y
catártico para mí fue Gloria. Todos brincamos, todos cantamos, todos nos
emocionamos y gritamos junto a una Señora Smith que en ese momento parecía
tener 20 años nuevamente. Pocas veces se logra esa sensación de comunión entre
el artista y la gente. Javier con la voz perdida y eso que apenas era el primer
concierto de cuatro.
La emoción de ver a Paul en el Azteca venía aumentada por la
alegría de verlo después de dos años, en unas condiciones tanto físicas como
sentimentales completamente diferentes. Fue realmente liberador escuchar todo
el show sin esa espinita clavada de que las cosas iban mal. ¿Qué momento elegir
de un show donde de 40 canciones cantas sin problemas 39? Creo que el final fue
lo mejor. Ya sabía que tocaría el medley "Golden Slumbers/Carry that
weight/The End" y aún así escucharlo completito fue impresionante. Javier
en estado de éxtasis pidiendo más.
¡¡¡¡Estúpido y Sensual McCartney tocó Birthday!!!! No tenía
ni una semana que había visto el concierto en vivo en la Plaza Roja de Moscú y
mientras veía como la tocaba allí pensaba para mis adentros lo increíble que sería
escucharla en vivo. Puro sueño guajiro. Y madres, que la toca en vivo en el
Zócalo. Javier perdiendo la compostura y la poca voz que le quedaba por cantar
y brincar y bailar como si no hubiera mañana. Y si, cuando al final dijo Paul
"Feliz Cumpleaños" yo sentí que me lo dijo nada mas a mí.
Mala visibilidad, mal lugar, muchos peros, y aún así cómo
gocé este momento. Ballad of a thin man es una cancionsotototota, a pesar de
que entes como Bunbury la hallan estropeado. Es una canción que ya trascendió al
mismo Dylan. Escucharla en otro beat, con una letra carraspeada (que no
cantada) por Bob, con una banda impresionante y con toda la emoción por dentro
por haber pagado la enésima deuda con mi destino. Javier con el celular en todo
lo alto para que Tania (la gran ausente en este concierto) tratara de escuchar
aunque sea un poco mientras que voz en cuello y ojos cerrados y llorosos
disfrutaba de una de mis canciones fundamentales.
Pocas veces en mi vida se repetirán eventos como los de esta
semana, al menos dudo que vengan tan juntos. En este año ya puedo decir que vi
a tres de mis héroes musicales y a uno de los miembros de mi santísima trinidad.
Otro viene a darme 8 dosis de su música en 3 meses. Los otros estoy pensando
seriamente en irlos a ver al extranjero, sólo por darme el gusto de ver a los
tres en este año musicalmente perfecto.
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